LA AUTOGESTIÓN EN LA ESPAÑA REVOLUCIONARIA
Ponente:
Frank Mintz. A la derecha de la imagen.
Presenta el acto:
Antonio Somoza, en el centro, (Secretario General de la Federación Provincial de CGT-Málaga)
Ponente:
Frank Mintz. A la derecha de la imagen.
Presenta el acto:
Antonio Somoza, en el centro, (Secretario General de la Federación Provincial de CGT-Málaga)
Presenta al ponente:
Francisco Zugasti, a la izquierda, (Ateneo Libertario de Málaga)
Lugar: Sala de Grados Facs. de Ciencias de la Educación y Psicología
Lugar: Sala de Grados Facs. de Ciencias de la Educación y Psicología
RESUMEN
Comienza la conferencia con una alusión por parte de Mintz al tema de la memoria histórica. En España no hubo ruptura, como en Italia o Alemania, con los regímenes dictatoriales. Así, la recuperación de la memoria histórica molesta a una parte de la sociedad en España. Por parte de la derecha se habla de utilizar el pasado como arma arrojadiza, cuando de lo único que se trata es de asumir el pasado, y reconocerlo, de asumir, por ejemplo, que durante el Franquismo se produjo una represión que puede calificarse de genocidio.
La memoria histórica no tiene que servir para ajustar cuentas, pero sí para conocer quienes fueron responsables, qué sucedió realmente, y cómo hemos llegado hasta donde estamos.
La revolución social que hubo en España en el 36 es el objeto de su investigación. El ponente señala que no le interesa tanto la Guerra civil en sí, como la capacidad que desarrollaron de los trabajadores de autogestionar su propia vida en el trascurso del conflicto bélico.
Se parte, en el movimiento obrero español, de una desconfianza hacia una cúpula intelectual que pueda manipular las organizaciones obreras, esto se ve desde los inicios en la AIT.
Las ideas obreras en España entraron con las doctrinas de Bakunin, y con ellas la idea de que es necesaria la organización de los trabajadores por ellos mismos, para evitar la tutela política. Es importante la receptividad que hubo en España hacia las ideas de Bakunin. Hubo un desarrollo en grandes provincias y una continuación de generación en generación.
En España se usó la palabra "anarquista" para las personas que tenían ideas de autoorganización de trabajadores, era equivalente a "anarcosindicalista". Isaac Puente publica en 1932 un folleto sobre “comunismo libertario” y defiende que las élites universitarias no tienen más capacidad que los trabajadores para dirigir la sociedad.
Hay en estos años de la Segunda República verdadera hambre de transformación social por parte de los trabajadores que, muchas veces de forma espontánea, se auto-organizan, luchan y llegan a proclamar en ciudades y pueblos concretos el “comunismo libertario”.
Se calcula que en vísperas de la Guerra civil, la CNT agrupa en torno a un millón de trabajadores. En julio del 36 estamos en un momento clave, por el enfrentamiento que va a haber entre explotadores y explotados.
Por parte del Estado republicano, no hubo una respuesta al golpe de Estado, lo que sí hay es una resistencia popular, de cenetistas, comunistas, ugetistas, catalanistas, guardias de asalto, una parte de la guardia civil, y algunos militares leales a la República. Barcelona se convirtió pronto en un modelo, en el laboratorio que en poco tiempo repercute en el resto de España. Funcionaron los transportes, hubo abastecimiento, la industria siguió funcionando, etc. a pesar de la guerra. La clase obrera mostraba su capacidad de organización.
Hubo movimiento autogestionario en Cataluña, Aragón, Levante, Castilla… incluso hasta poco antes de la caída de Madrid en abril del 39. Pero también hubo oposición a este movimiento, desde la propia República, especialmente desde los comunistas.
La enseñanza para hoy es que es posible auto-organizarse, como se hizo hace más de 70 años.
Tras la conferencia, los asistentes plantearon diversas preguntas y se estableció un diálogo con el ponente a cerca del papel jugado por la población norteafricana, la realización de colectivizaciones en Andalucía, el resultado económico y social de las colectivizaciones y su eficacia real, el papel del anarquismo hoy y su implicación en las luchas económicas y en la política, y sobre cuál ha sido el coste y las consecuencias para nuestra sociedad presente del fracaso de la experiencia revolucionaria libertaria.
Comienza la conferencia con una alusión por parte de Mintz al tema de la memoria histórica. En España no hubo ruptura, como en Italia o Alemania, con los regímenes dictatoriales. Así, la recuperación de la memoria histórica molesta a una parte de la sociedad en España. Por parte de la derecha se habla de utilizar el pasado como arma arrojadiza, cuando de lo único que se trata es de asumir el pasado, y reconocerlo, de asumir, por ejemplo, que durante el Franquismo se produjo una represión que puede calificarse de genocidio.
La memoria histórica no tiene que servir para ajustar cuentas, pero sí para conocer quienes fueron responsables, qué sucedió realmente, y cómo hemos llegado hasta donde estamos.
La revolución social que hubo en España en el 36 es el objeto de su investigación. El ponente señala que no le interesa tanto la Guerra civil en sí, como la capacidad que desarrollaron de los trabajadores de autogestionar su propia vida en el trascurso del conflicto bélico.
Se parte, en el movimiento obrero español, de una desconfianza hacia una cúpula intelectual que pueda manipular las organizaciones obreras, esto se ve desde los inicios en la AIT.
Las ideas obreras en España entraron con las doctrinas de Bakunin, y con ellas la idea de que es necesaria la organización de los trabajadores por ellos mismos, para evitar la tutela política. Es importante la receptividad que hubo en España hacia las ideas de Bakunin. Hubo un desarrollo en grandes provincias y una continuación de generación en generación.
En España se usó la palabra "anarquista" para las personas que tenían ideas de autoorganización de trabajadores, era equivalente a "anarcosindicalista". Isaac Puente publica en 1932 un folleto sobre “comunismo libertario” y defiende que las élites universitarias no tienen más capacidad que los trabajadores para dirigir la sociedad.
Hay en estos años de la Segunda República verdadera hambre de transformación social por parte de los trabajadores que, muchas veces de forma espontánea, se auto-organizan, luchan y llegan a proclamar en ciudades y pueblos concretos el “comunismo libertario”.
Se calcula que en vísperas de la Guerra civil, la CNT agrupa en torno a un millón de trabajadores. En julio del 36 estamos en un momento clave, por el enfrentamiento que va a haber entre explotadores y explotados.
Por parte del Estado republicano, no hubo una respuesta al golpe de Estado, lo que sí hay es una resistencia popular, de cenetistas, comunistas, ugetistas, catalanistas, guardias de asalto, una parte de la guardia civil, y algunos militares leales a la República. Barcelona se convirtió pronto en un modelo, en el laboratorio que en poco tiempo repercute en el resto de España. Funcionaron los transportes, hubo abastecimiento, la industria siguió funcionando, etc. a pesar de la guerra. La clase obrera mostraba su capacidad de organización.
Hubo movimiento autogestionario en Cataluña, Aragón, Levante, Castilla… incluso hasta poco antes de la caída de Madrid en abril del 39. Pero también hubo oposición a este movimiento, desde la propia República, especialmente desde los comunistas.
La enseñanza para hoy es que es posible auto-organizarse, como se hizo hace más de 70 años.
Tras la conferencia, los asistentes plantearon diversas preguntas y se estableció un diálogo con el ponente a cerca del papel jugado por la población norteafricana, la realización de colectivizaciones en Andalucía, el resultado económico y social de las colectivizaciones y su eficacia real, el papel del anarquismo hoy y su implicación en las luchas económicas y en la política, y sobre cuál ha sido el coste y las consecuencias para nuestra sociedad presente del fracaso de la experiencia revolucionaria libertaria.
--------------------------------------------------------
PRÓXIMA CONFERENCIA:
Miércoles 3 de octubre. En la sala de grados de las Facs. de Psicología y CC. de la Educación
Hubo una revolución en Málaga en el 36
Ponentes: ANTONIO DAVID BRAVO y FCO. JAVIER SÁNCHEZ, historiadores.
Hablarán de sus vivencias personales: ANTONIO TORRES MORALES y JUAN MUÑOZ FRÍAS, milicianos confederales en 1936.
No hay comentarios:
Publicar un comentario